domingo, 6 de abril de 2008

El legado de Turner


The Fighting Temeraire, 1838
Oleo sobre lienzo

Si Joseph Mallord William Turner no hubiese nacido, quizá el impresionismo no hubiera existido. Turner es para mí el mejor exponente del romanticismo en la pintura. Nacido en 1775 en Londres, Turner fue uno de los pocos artistas que reflejó en sus obras la poderosa fuerza de la naturaleza, la rabia del mar, la tranquilidad de un atardecer, la destrucción del fuego y el ligero paso de la niebla.


Shipwreck of the Minotaur, 1793, Oleo sobre lienzo

Manifestaba en sus óleos la gran fuerza que la naturaleza tiene sobre nosotros, reiteraba en cada trazo el poder de lo incontrolable.

Fue capaz de reflejar estados de ánimo en sus lienzos como la melancolía y nostalgia en The Fighting Temeraire, el temor como en The ShipWreck of the Minotaur y destrucción como en The Burning of the Houses of Lords and Commons.


Rain, Steam, and Speed – The Great Western Railway,1844, Oleo sobre tela


The Burning of the Houses of Lords and Commons, 1835, Oleo sobre lienzo

Turner jugó con la luz de manera excelsa y fue uno de las principales influencias de los artistas impresionistas. Nadie como Turner para realizar paisajes llenos de sentimiento, asombro y agilidad.


La polémica del perro amarrado

Hace unos días recibí en mi correo electrónico una petición en donde se me invitaba a votar en contra de que un artista costarricense llamado Guillermo Vargas Habacuc expusiera sus obras en la Bienal de Honduras 2008.

Ahondando en la información, me enteré que Vargas Habacuc montó una instalación en la Galería Códice en Nicaragua en el 2007 en donde mantuvo atado a un perro famélico con unas cuerdas mientras en la pared de enfrente ponía una leyenda que rezaba "Eres lo que lees", compuesta por letras formadas de croquetas de perro.

El perro fue nombrado Natividad en homenaje a un muchacho que fue atacado y asesinado por un par de perros Rotweiller. Según la justificación del artista, la exposición - instalación fue con el propósito de evidenciar físicamente el abandono y la indiferencia general que reciben los perros callejeros en Latinoamérica.

Todo esto ha causado revuelo, polémica e indignación entre la comunidad, tanto así que al poner el nombre del artista en el buscador sólo me salieron consignas e insultos sin ninguna versión oficial sobre el hecho. La gente dice que el perro fue amarrado durante los tres días que duró la exposición sin comida ni agua y que murió de inanición frente a la gente.



Comencé a buscar de manera más insistente alguna información que me diera más datos sobre tal evento, hasta que encontré el comunicado oficial de la Galería Códice, lugar en donde se llevó a cabo la tan nombrada tortura:

Galería Códice desde su creación en 1991, ha promovido las artes visuales centroamericanas, pero especialmente las nicaragüenses, tanto en el nivel nacional, como en el regional e internacional. En Códice han expuesto grandes maestros centroamericanos, así como artistas consolidados y emergentes.

Los lenguajes contemporáneos del arte universal también han tenido espacio en Códice, por lo que periódicamente acoge muestras de arte conceptual.

Con ese espíritu, el jueves 16 de agosto recién pasado se presentó Exposición No. 1, del artista costarricense, Guillermo Vargas, conocido artísticamente como HABACUC.

Uno de los trabajos expuestos consistió en presentar a un perro famélico que Habacuc recogió de la calle, y durante la exposición aparecía amarrado con una cuerda de nylon, que a su vez estaba sujeta a otra cuerda que pendía de dos clavos en una esquina de la Galería.

Habacuc nombró al perro “Natividad” en homenaje al nicaragüense Natividad Canda (24 años) quien murió devorado por dos perros Rottweiler en un taller de San José, Costa Rica, la madrugada del jueves 10 de noviembre de 2005.

El perro permaneció en el local tres días, a partir de las 5 de la tarde del miércoles 15 de agosto.

Estuvo suelto todo el tiempo en el patio interior, excepto las 3 horas que duró la muestra, fue alimentado regularmente con comida de perro que el mismo Habucuc trajo.

Sorpresivamente, al amanecer del viernes 17, el perro se escapó pasando por las verjas de hierro de la entrada principal del inmueble, mientras el vigilante nocturno quien acababa de alimentarlo limpiaba la acera exterior del mismo.

La Galería Códice se reserva el derecho de velar por la calidad de los trabajos expuestos, respetando en todo momento la creatividad del artista y jamás ha pretendido ejercer ningún tipo de censura, siempre y cuando no atenten contra los principios elementales de la ética y mucho menos que impliquen la vida de un ser viviente, sea humano o animal.

Yo pensaba quedarme con “Natividad”, pero él prefirió retornar a su propio habitat.

Celebro el que tantas personas en el nivel internacional se hayan mostrado molestas por las declaraciones brindadas por Habacuc, en las que sostenía que su intención era dejar morir al perro de inanición, lo que es de su absoluta responsabilidad.

Al cumplir con informar la verdad de los hechos, espero que todas esas mismas personas hayan elevado también su voz de repudio cuando Natividad Canda fue devorado por los Rottweiler.

Atentamente, Juanita Bermúdez
Directora Galería Códice Managua, Nicaragua

Fuente: Galeria Codice

Para empezar, la opinión pública se rasga las vestiduras cada vez que un acto como este sale a la luz, de repente todos se creen defensores de los derechos de los animales, pero por otro lado asisten a los circos, a los toros, y comen carne y todos sus derivados. Si de verdad existiera un respeto total a los animales todos los que se sienten indignados y que han mandado sus consigas y han firmado la petición serían vegetarianos, lo cual, honestamente, dudo mucho.



Yo no estoy de acuerdo en que se haya tenido atado a un perro por tres o las horas que hayan sido, pero al final, logro captar parte del mensaje que el artista quizo transmitir con esta obra, y eso es, la hipocresía de mucha gente que se escandaliza de que un hombre amarre a un perro famélico enmedio de una galería, pero no se escandaliza ni se acongoja de ver miles de perros en la calle luchando día a día para sobrevivir entre maltratos, falta de comida y enfermedades.

Guillermo Vargas Habacuc logró con esta obra que ese perro siga vivo en la mente de todos y que la próxima vez que veamos un perro muerto de hambre en la calle hagamos algo antes de ignorarlo y pasar de largo. No sabremos si ese perro sigue muerto o sigue vivo, el caso es que se logró poner el tema de la crueldad hacia los animales en la mesa.




Es usted el tipo de persona que le lleva un cachorrito a su hijo y cuando crece lo abandona en la calle? Es usted de esas personas que no tienen tiempo de sacar a pasear a su perro o mascota? Que no tiene tiempo de cuidarlo, acicalarlo, preocuparse por sus vacunas y necesidades? Es usted el que tiene un pobre perro amarrado en un patio reducido atrás de su casa? Es usted quien indignado firmó esa petición?

Vamos analizando nuestro comportamiento antes de atacar sin la suficiente información a un hombre que bien o mal denunció un problema social sin resolver y del que ahora por lo menos se discute.