Noche estrellada sobre el Rodano
ÁMSTERDAM, HOLANDA.- Vincent Van Gogh fue el pintor de la luz y el color, pero muchas de sus obras maestras versan sobre el atardecer y la noche, unos momentos místicos para él y que ahora se intentan recrear en una exposición en Amsterdam.
En Van Gogh y los colores de la noche se podrán contemplar entre el 13 de febrero y el 7 de junio en el museo Van Gogh 26 pinturas, nueve dibujos y cinco cartas del pintor, pertenecientes a una colección particular y una decena de museos, entre ellos el de Orsay de París y el Thyssen de Madrid.
Esta es la primera retrospectiva de las composiciones vespertinas y nocturnas de Van Gogh, que nunca antes habían sido estudiadas en grupo y aún menos unificadas en un catálogo.
El atardecer y la noche, que Van Gogh pintó desde sus inicios, permiten ver la evolución de su arte, desde sus años holandeses en los que utilizaba tonos más marrones y grises hasta la explosión de colores de sus pinturas posteriores.
El sembrador
"A menudo me parece que la noche es mucho más viva y rica en colores que el día" , escribió en una carta a su hermano Theo en septiembre de 1888.
En la exposición, que entre septiembre y enero pasados pudo ser admirada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa) , figuran iconos como Los comedores de patatas que pintó en 1885 y que recoge influencias de los maestros antiguos como Rembrandt, la Noche estrellada sobre el Ródano (1888) y la Noche estrellada (1889) .
Precisamente este último cuadro, que no se ha expuesto en la capital holandesa desde 1990, es uno de los principales atractivos de la muestra, la primera que organizan conjuntamente el museo Van Gogh y el MoMa, que lo ha prestado para la ocasión.
En el museo holandés las obras se exponen entre luces tenues y sobre unas paredes de vivos colores azul-verdoso o azul-violeta, que según su director, Axel Rüger, prestan más intimidad y "añaden drama y brillo" a los cuadros.
Comedores de papas
Los organizadores incluso han alejado los carteles explicativos para que no distraigan al visitante de la contemplación de los lienzos.
"Las obras son tan importantes e impresionantes que queremos que el público sienta que está solo frente a ellas", declaró a Efe el comisario, Sjraar van Heugten, quien dijo esperar 600 mil visitantes de aquí a junio, unos 150 mil más de lo normal en este periodo.
Van Gogh veía en el atardecer y la noche momentos de consuelo, de reflexión, creatividad y poesía en los que experimentaba un "sentimiento casi religioso" que intentaba reflejar en sus lienzos, según Van Heugten.
Pero también era consciente de la soledad y los peligros de la vida disoluta en la noche, plasmados en cuadros como Salón de Baile en Arles y Café de noche.
Noche Estrellada
Van Heugten se lamentó de que este cuadro, que sí fue expuesto en el MoMa, no esté en Amsterdam, porque la Fundación de la Universidad de Yale, su propietaria, no quiso prescindir más tiempo de una de las obras maestras de su colección.
En contrapartida, "por primera vez en décadas" el público puede admirar una al lado de la otra las dos versiones de El sembrador realizadas en noviembre de 1888, la más pequeña de las cuales pertenece al museo Van Gogh y la otra a la Fundación Bürhle de Zurich.
La exposición se divide en cuatro secciones: "Paisajes durante la puesta de sol" , con sus primeros paisajes al anochecer (entre 1883 y 1884) y obras de pintores como Camille Corot y Jean FranÇois Millet a los que admiró y que influyeron en él.
Cafe en Arles
"Vida campesina" recoge los bosquejos de los campesinos de Nuenen (Holanda) , donde Van Gogh crearía su primera obra maestra, "Los comedores de patatas" , en la que dominan los claroscuros y se ve a unos campesinos cenando, en una reminiscencia de la sagrada familia de Rembrandt.
"La voz del trigo: un nocturno" refleja la fascinación de Van Gogh con la vida de los campesinos y su vinculación con los ciclos de la naturaleza, mientras que en "Poesía de la noche" se evocan las asociaciones poéticas con el atardecer y la noche.
En esta sección figuran las dos "noches estrelladas" y el retrato del pintor Eugène Boch, al que Van Gogh presenta como un poeta, con un cielo estrellado de fondo que simboliza la eternidad.
vincent van gogh